26 de enero de 2012

El triunfo de la compostura

Mesut Özil llegó al Real Madrid en el verano de 2010 con la vitola en potencia de gran jugador de fútbol. El equipo merengue se fijó en él tras una gran campaña trabajando para el Werder Bremen tanto en Bundesliga como en la Europa League y un torneo sobresaliente con la selección alemana en la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Hubo una masa importante de aficionados, no sólo del equipo de Chamartín sino al fútbol en general, que anduvieron temorosos de que sus expectativas sobre el jugador de origen turco se vieran insatisfechas o quedaran en una mera ilusión fugaz. Pero desde el primer momento en que pisó suelo español se vio que Mesut estaba hecho de otra pasta: lánguido, con apariencia de no romper un plato y, a la par, de no saber dónde estaba. Pero bajo esa coraza se encuentra un futbolista ávido, técnico, con potencia para esconder el balón y con una visión de juego que hace que sus últimos pases sean letales.
Al no tener una forma física muy boyante, su rendimiento se ve disminuido en algunos partidos puntuales, e incluso durante un período más largo -como el principio de esta temporada-. Tras estos bajones, las críticas se hacen latentes y José Mourinho tiende a apartar a Özil de las alineaciones, pero a la mínima que las cosas se endurecen el portugués dobla las rodillas ante la calidad del '8' teutón. La temporada pasada ya lo demostró contra rivales como Racing de Santander, Sevilla o Athletic de Bilbao. Y en esta temporada el mejor ejemplo lo encontramos en el último Clásico disputado, donde Özil dio una lección de juego entre líneas y control en ataque que hizo que callara muchas voces críticas.

3 de enero de 2012

Inter de Milán: Rejuvenecer pero a qué precio

No se puede negar que algo hay que cambiar en el Inter; en los últimos doce meses han dirigido la nave 'neoazzurra' Rafa Benítez, Leonardo, Gasperini y, el actual entrenador, Claudio Ranieri. La inestabilidad siempre presente en las decisiones de Moratti se hizo patente en la alternancia de entrenadores. Actualmente el Inter ve a ocho puntos de distancia el liderato y si pierde el derbi contra el AC Milan, en los próximos partidos, podría decir adiós al sueño de reengancharse a la lucha por el 'Scudetto'.


La plantilla del Inter es el siguiente paso a cambiar, tras la destitución de varios entrenadores parece que con Ranieri se ha dado en la tecla y sin brillantez pero con resultados ha alejado al Inter de los puesto de la mitad baja donde recogió al equipo. Tras la marcha de Mourinho y la falta de adaptación de Rafa Benítez se llegó a la conclusión de que la plantilla debía rejuvenecer. Los Stankovic, Zanetti, Lucio, Samuel, Chivu y Maicon, entre otros, tienen que seguir contando para el equipo pero no pueden estar salvando al conjunto como acostumbraban hace escasas temporadas. Con la marcha de Samuel Eto'o y la llegada de Castaignos, sumado a los jóvenes ya existentes como Ranocchia y Coutinho, comenzaron una revolución en la plantilla que puede llegar a completarse en una temporada que parece de transición sin grandes objetivos.
El problema llega en lo económico, el equipo no goza de mucho poderío en la cartera como para hacer frente a los grandes europeos, sobre todo británicos que necesitan más refuerzos, así que se llega a la conclusión de que para fichar a una estrella debe salir otra; aquí llega la encrucijada, el mejor jugador, por ello el que más puede ofrecer a las arcas italianas es Wesley Sneijder. Por el infravalorado jugador holandés, el mejor de 2010 y ni siquiera llegó a la final del Balón de Oro, es objeto de deseo de Manchester United y de Chelsea, proyectos más importantes que en el que está embarcado en el que sería pieza clave. El Inter venderá al bueno de Wesley por toda oferta superior a 30 millones de € y, a partir de ahí, se concretaría la llegada de savia nueva.


La duda llega cuando uno se plantea si soltar a uno de los mejores centrocampistas que se han visto en los últimos años para conseguir que lleguen jugadores todavía por consagrar como son Lucas Moura y, en menor medida, Ganso -los números uno para llegar según  la prensa italiana-. La necesidad de conseguir nuevos valores puede acabar con la venta de un jugador único; la duda es si merece la pena, sinceramente pienso que hay otros valores en la plantilla con los que recaudar que, al final y al cabo, es la pretensión. No con ello quiero desvirtuar a una joven generación de talentos pero el problema no reside en las grandes figuras sino en optimizar las inversiones, es decir, si buscas rejuvenecer un equipo y cuando tienes 5 millones te lo gastas en fichar a Diego Forlán el cual ya ha dado suss mejores años de fútbol puede provocar que se planteen vender a su mejor jugador. En cualquier caso el camino que le queda al Inter es largo y duro pero lo será más si Sneijder es el elegido para irse.