Tras la última convocatoria de Vicente del Bosque, donde convocó por primera vez a Muniain y Soldado (que ya fue internacional con Luis Aragonés), todo son especulaciones sobre los jugadores que irán en la lista del marqués allá por finales de mayo. Como todo en esta vida, se puede mirar desde el prisma negativo o positivo, el ejemplo del vaso de siempre.
Queda patente que hay algunos jugadores que no están pasando por su mejor momento, como Xabi Alonso, Víctor Valdés o Pedro Rodríguez, otros que no están tan finos como a principios de temporada, como Soldado o Santi Cazorla, y alguno que otro que está pasando por lo peor de su carrera, como son Piqué y Fernando Torres. No sabemos si Villa llegará o si las lesiones respetarán a Xavi e Iniesta.
Pero si hay algo que hemos aprendido de esta generación de futbolistas es que todos son de una extraordinaria calidad, y cualquiera puede sacar las castañas del fuego en un momento dado. Para ello tenemos opciones múltiples como Fernando Llorente y Javi Martínez haciendo rugir a San Mamés como en años por el Bocho, la frescura de Jordi Alba en el denostado lateral izquierdo, un Sergio Ramos reconvertido a central y más expeditivo que nunca, la garantía de Puyol y Casillas en las grandes citas, David Silva con el City of Machester a sus pies de Arguineguín, Juan Mata y su nueva faceta de gentleman, la nueva variante aplaudida por muchos de Cesc Fàbregas como falso delantero, o la inclusión futura de nuevas piezas al engranaje como Adrián, Michu o Botía.
Siempre aparecerán los típicos cenizos que quieren amargarte la existencia, pero por muchas renovaciones en selecciones como Alemania, Inglaterra, Italia o Francia, y las nunca descartables Holanda o Portugal, hay algo que es un hecho: la corona la defendemos nosotros.