6 de febrero de 2011

Previa de la Superbowl (por Carlos Faba)

Hoy es la noche de noches para los aficionados al football, una noche en la que se entremezclan exaltados sentimientos de pasión por esto, con la tristeza de pensar que hasta septiembre no volveremos a ver  volar el balón ovalado.
A las 00:00, desde el Cowboys Stadium en Dallas, comienza el espectáculo, se disputa la cuadragésimo quinta edición de la Superbowl, rodeada por un aurea de football clásico, Green Bay Packers y Pittsburgh Steelers, dos de los quipos más míticos, con más tradición y más superbowls disputadas se miden en una batalla a muerte, en la que solo vale una cosa: Ganar.
Agresividad, Dureza, defensa y dificultades para mover el balón, sería lo previsible en un deporte en el que nunca suele suceder lo esperado, y menos aún en el Super Domingo.

Para la mayoría de analistas y especialistas los Packers parten como favoritos y más después de confirmarse la baja de Pouncey y de Aaron Smith. Pero bajo mi humilde punto de vista hay dos factores que desequilibran la balanza a favor de los acereros:
La experiencia con la que cuentan estos Steelers en partidos de altos vuelos, puesto que el encuentro de esta noche  supone la tercera aparición en la Superbowl en  los últimos seis años para Pittsburgh.
El otro factor desequilibrante a favor de los Steelers puede ser que su devenir en el partido de hoy está en manos de Ben Roethilsberger, que ya cuenta con dos anillos en sus manos. Probablemente estemos hablando del QB con mayor determinación, carácter y seguridad para llevar su equipo a la victoria, que pese haber dado muestras de que su actitud fuera del campo deja bastante que desear, en el campo ha demostrado en innumerbales ocasiones que es capaz de llevar a los límites el físico y la mente con total de ver el balón en la end zone rival.

En el bando de los Packers encontramos a un Aaron Rodgers a los mandos de la ofensiva, al que podríamos denominar el hombre de moda en la liga, que ha demostrado en los últimos tiempos que es un QB de la super élite de la liga, capaz de hacer olvidar a la afición de Green Bay a Brett Favre. Sin duda a día de hoy, Rodgers es un QB mejor que Roethilsberger tanto técnicamente, como atléticamente, pero queda la duda de cómo afrontará un partido de esta maginitud. Dudas que se vieron acrecentadas después de una discreta actuación en las finales de conferencia ante los Bears.


Ambos equipos presentan ciertas incógnitas sobre el rendimiento de sus respectivas líneas ofensivas. Situación especialmente acentuada en la línea de Pittsburgh que sufrirán la baja de Pouncey, el center rookie que tan buen rendimiento había ofrecido a lo largo de la regular season. Y ateniéndonos a que ambas se han mostrado muy porosas a los largo de la temporada y enfrente tendrán dos de las defensas más agobiantes y presionantes, el tiempo que puedan proporcionar estás a sus QB para lanzar será algo decisivo.

Tanto Steelers, como Packers cuentan con dos de las defensas más dominantes de la liga, que deberían marcar y dominar el partido, convirtiéndolo en una bella lucha en las trincheras.
Por todo el mundo es sabido que contra la defensa de los Steelers no se puede correr, y los Packers no cuentan precisamente con un juego de carrera fiable, aunque eso sí, productivo en las últimas semanas desde que Starks ha asumido la responsabilidad de llevar el balón en la mano. Por esta circunstancia, el movimiento de balón de los Packers debería producirse principalmente por el aire. Será muy difícil que la línea de los Packers consiga aguantar mucho tiempo a los Harrison, Woodley, Hampton y compañía, por ello rodgers debería olvidarse un poco del pase en largo y centrarse en buscar esas rutas cortas y medias, apoyándose en hombres de tan contrastada calidad y fiabilidad como Jennings, Driver, Jones o Nelson.

Esta circunstancia sin duda será una de las grandes claves del partido, la presión que sean capaz de ejercer los Steelers a Rodgers. La secundaria de los Steelers es sin duda la unidad con más carencias de todo el equipo, a pesar de contar con Polamalu (que por supuesto en cualquier momento puede desequilibrar el partido el solito), pero si los hombres de los Steelers no son capaces de incomodar a Rodgers pueden ser incapaces de parar a Rodgers y sus chicos sin necesidad si quiera de tener que usar el juego de carrera.

Por su parte los Steelers plantearán un partido muy físico, en el que su principal objetivo será establecer el juego de carrera desde el inicio, controlar el reloj, el tempo del partido, posibilitando así que Roethilsberger pueda tener tiempo en el pocket para lanzar y mover el balón con regularidad usando a sus receptores de posesión, sus objetivos favoritos, Heath Miller y Hines Ward. Circunstancia que de producirse podría posibilitar la utilización del play-action por parte de Pittsburgh para amenazar y asustar en profundo a los Packers, con Mike Wallace principalmente, el receptor que más yardas promedia de toda la competición, aunque como se ha demostrado en los últimos tiempos hay que tener en cuenta a los rookies Antonio Brown y Emmanuel Sanders.

B.J Raji junto a los dos linebackers centrales, A.J. Hawk principalemente, serán los encargados de parar la carrera de los Steelers, que es el pilar en el que deberían basarse los acereros para mover el balón. Circusntancia que determinará gran parte de las posibilidades de triunfo de los Packers, ya que si los Steelers se ven obligados a lanzar, los queseros cuentan con hombres capaces de cazar una y otra vez a Roethilsberger, como Jenkins, y especialmente Clay Matthews (MVP Defensivo de este curso 2010/2011) y una secundaria muy difícil de superar, con Wodsoon, Tramon Williams o Collins capaces de realizar big plays y cambiar el signo del partido en cualquier momento.

Como hemos dicho el partido se prevé que sea un partido duro, rocoso, de grandes golpes, de esos que no le gustan a Goddell. Probablemente se decida en las trincheras, en la lucha de las líneas ofensivas y defensivas. Y quien consiga imponerse en este apartado tiene muchas papeletas de llevarse el triunfo, aunque no por ello hay que olvidar a Rodgers y Roethilsberger que como no podría ser de otra manera tienen gran parte del destino de sus equipos en sus manos.

1 comentario:

  1. Genial artículo, os lo currais bastante. Por cierto, la SuperBowl es muy esperada musicalmente por los colosales espectáculos que preparan.

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