Es la nueva sensación de la NBA, y parece que su impacto no cesa y tendremos que convivir con él mucho tiempo. Nº1 del Draft de 2009, Blake Griffin es el talento que asombra a la audiencia baloncestística noche sí, y noche también. Y amén de esto, se está creando un auténtico icono que ya está dando sus primeros frutos.Joven, con altura de ala-pívot y con movimientos de auténtico posteador, posee cualidades y recursos con los que muchos no cuentan. Rebote, colocación y potencia, capacidad de salto y poder en el contacto, un tiro más o menos decente para un alero no tirador, visión de juego y un juego de pies excelso son los atributos que mejor le pueden definir.El hecho de pertenecer al "hermano pobre" de Los Angeles le afecta de dos modos distintos. Positivamente, porque le pertenecen más minutos al ser el jugador franquicia en este equipo de tan poco calado. Negativamente, su crédito está un tanto más en entredicho que otros grandes jugadores por ese motivo.Pero no se casa con nadie. Ha provocado numerosas reacciones entre sus colegas de la acera de en frente, como Pau Gasol o Lamar Odom, quejándose de un juego variopinto pero algo anormal. Griffin admite que le falta mucho por pulir, pero que lo hará a su manera.Sus números no dejan lugar a dudas. Es carne de doble-doble y uno de los jugadores estándar del modelo 20-10 (ptos./reb.). Ha sido uno de los aleros más votados para el All-Star de L.A. en la Conferencia Oeste, y su popularidad se ha disparado; hasta le han atribuido ya algún ligue famoso, a pesar de tener novia.No se llevará el rookie del año (porque la temporada pasada se la perdió entera por lesión), pero las sensaciones de estrella quedan patentes. Incluso se le está subiendo el ego, algo normal con las comparaciones que se hacen de él actualmente: Worthy, West, Schmidt, Erving, Wilkins, etc. Resumiendo, un jugador por elque merece la pena pagar una entrada.
Lo mejor de Griifin en 2010
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