Volvió la tierra batida al panorama ATP, y ello supuso la "vuelta a casa" de los tenistas españoles. De rebote, también supuso que volviéramos a ver una final española en un Masters1000. El torneo fue a parar a Rafa Nadal por 7ª vez consecutiva. Algunos datos de esta victoria: es el único torneo desde que está en la élite del tenis (desde 2005) que ha ganado en todas las ediciones -no así en otros torneos de la época primaveral, como Roma, Barcelona o el malogrado Hamburgo-; desde 2005 también está imbatido en el mes de abril en superficie arcillosa, algo que pocos pueden decir; y con esta victoria se sitúa a 10 torneos en tierra de Thomas Muster y 15 del mito argentino Guillermo Vilas, a quien recordemos que ya arrebató el récord de victorias consecutivas en tierra batida, en un partido contra el hasta ese momento obsoleto Robin Söderling. Paso a resumir los jugadores que más han brillado en costas monegascas, y por qué:
-Rafa Nadal. Indiscutiblemente. No sólo por los datos anteriormente mencionados, y porque la tierra para él sea su espacio natural, sino porque subió el nivel cuando Murray y Ferrer se lo exigieron en las rondas finales. Poco que decir técnicamente, ya que en tierra hay pocas cosas que haga mal. Además, se soltó subiendo a la red para volear, algo inusual en el mallorquín.
-David Ferrer. El de Jávea ha cuajado uno de sus mejores torneos en su carrera, y le ha valido para situarse en la final de un Masters1000 de nuevo. Al ser un tenista de raza destaca su pundonor, rapidez y mentalidad, pero nos ha dejado numerosos detalles técnicos que le han bastado para doblegar a rivales como Melzer o Troicki, con dejadas y un juego de fondo de pista sorprendentes.
-Andy Murray. Para muchos -y me incluyo- jugó su mejor partido en tierra en la semifinal contra Nadal. Suele ser uno de esos jugadores tipo Roddick que se borran cuando llega la época de la arcilla. Pero esta vez no: poderosos drives, claves primeros saques y buena combinación ataque-defensa. Chapeau para el escocés.
-Jurgen Melzer. Tampoco ha estado muy lúcido, pero sólo por haber derrotado a Federer de la forma en que lo hizo y por cómo le pega a la bola tras bote, merece aparecer aquí y, en mi opinión, en las quinielas de cara a Roland Garros.
-Federico Gil. Es el típico jugador que te puede hacer mucho daño en este terreno: se mueve muy bien y rápido, cambia el golpeo con facilidad y utiliza la mayoría de recursos durante los encuentros. Sólo un gran Murray pudo con él.
En cuanto al resto de participación española, destacaron los que siempre dan la cara, los Montañés, Almagro y un Tommy Robredo incomensurable en 2011 (anda bien situado en la Carrera de Campeones) al que una lesión contra Viktor Troicki le sacó del cuadro principal, y parece que durará hasta el Grand Slam parisino. Decepciones: Fernando Verdasco, al que su cabeza le juega muy malas pasadas desde hace mucho, y no hace honor a su posicón en el ránking ATP.
Esperemos ver a Djokovic en la siguiente cita del circuito de Masters1000: el Foro Itálico de Roma.
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