Con gran asombro nos acostábamos ayer algunos al escuchar en el programa nocturno de la Cadena COPE, 'El partido de las 12', la información que manejaba Juan Antonio Alcalá, director del programa, donde venía a informar que el Real Madrid tenía en mente pedir mayor dureza en los controles antidopaje, pues tenía sospechas de indolencia con equipos como el Barça o el Valencia. Además, añadió que esta información procedía directamente del Real Madrid.
Mucho se ha hablado hoy del tema, tanto en Twitter como en los medios que se hacían eco como en las propias instituciones afectadas. Alcalá aparecía a mediodía en la emisora catalana ComRadio, en 'Esports Cope', para aclarar el asunto. Apuntó que no se inventó la información y que "pediría perdón de rodillas". Admitía que pudo pecar de ingenuo o de que le hubieran utilizado.
Lo último en este asunto es la denuncia que interpondrá el Barça contra la COPE (no es la primera, contando las del Caso González) por las acusaciones de dopaje contra los blaugranas. Como al propio Alcalá le gusta decir, "esto era información, no opinión".
Debo decir que no me ciegan mis aficiones, pues Alcalá siempre me pareció demasiado retorcido, aunque buen periodista. El caso es que nadie con dos dedos de frente piensa de la forma en que supuestamente piensa el Real Madrid. Por lo que abogo por que a Alcalá se la han colado, y bien colada. Pero no me voy a quedar ahí, voy a dar un argumento de ello: Florentino Pérez firmó hace años un contrato con el director de 'El larguero', José Ramón de la Morena, en el cuál el Grupo Prisa se comprometía a tratar bien a la entidad blanca en sus parillas deportivas -un pacto de no agresión de los de toda la vida-. Es de sobra sabido la forma en que salió el equipo de deporte de la Cadena SER rumbo a la COPE en verano, y la nula relación de De la Morena con esos redactores, especialmente con Alcalá. Parece una teoría conspirativa, pero es más real de lo que parece, aún más si destapamos que detrás de la información dada en COPE está el diario Marca, siendo igualmente de dominio público la eterna lucha entre As y Marca. Podría haber habido interferencias en ese caso, y se apunta a Ramón Zamora (de las altas esferas florentinianas) como posible responsable.
Pero vamos con el tema en sí: el dopaje en el fútbol. Los dos equipos tocados por la información son el Barça y el Valencia, y se adjunta el nombre de Eufemiano Fuentes en este último caso. Los controles en fútbol son aleatorios, y están bien regidos. Pero, dado el dinero y las ilusiones que mueve el deporte rey, ¿se haría público algún día un positivo por dopaje de jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo o Leo Messi? Yo creo que no; demasiados muebles habría que mover para que nos quedara el salón bien limpio.
Por último, aunque obvio, me gustaría recalcar el daño que se le está haciendo al deporte con el dopaje. Pocos deportes se salvan ya, y en España es una epidemia. Se está convirtiendo este asunto en el cuento de Pedro y el lobo: cuando realmente se quiera demostrar la inocencia de alguien -como ocurre ahora con Contador- nadie nos va a creer. Es lo que tiene vivir en este país: todo es polémica.
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